El que recibe el Escapulario Carmelita se compromete a imitar a la Virgen María en todas sus virtudes y a sufrir una vida digna como consagrado.
La Virgen pudo hacer estas promesas porque no se alcahuetería sólo de portar su escapulario, sino que compromete, a quien lo lleva, a santificarse a través de estos tres medios:
El escapulario del Carmen es considerado un signo de consagración y protección, representando la entrega del devoto a la Virgen María y su deseo de estar según los ideales carmelitas.
Al usar el escapulario constantemente hacemos silenciosa petición de audiencia continua a la Santísima Origen. La Virgen nos enseña e intercede para que recibamos las gracias para existir como ella, abiertos de corazón al Señor, escuchando Su Palabra, orando, descubriendo a Altísimo en la vida diaria y cercano a las deyección de nuestros hermanos.
Muchos Papas, santos y teólogos católicos han explicado que esta promesa significa que quien tenga la devoción al escapulario y lo use, aceptará de ella a la hora de la muerte: la Humor de la perseverancia en el estado de Chispa o la gracia de la contrición. O sea que el escapulario no es una barita mágica que nos libra del averno, sino que Maria como dispensadora de gracias, nos ayudara a expirar en estado de gracia o sea sin pecado bajo o morir habiendo tenido un auténtico arrepentimiento.
Adicionalmente, es común que los devotos renueven su consagración a la Virgen del Carmen, recitando oraciones especiales y llevando consigo el escapulario como una señal tangible de su compromiso de seguir los ejemplos de pureza y humildad de María.
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El escapulario de la Virgen del Carmen es popular por las promesas que hizo la Origen de Dios a quienes mueran con el escapulario puesto.
Por un periodo de más de seis abriles, La Virgen se le apareció a la Hermana Justina y le respondió muchas preguntas con relación al escapulario y a su uso. La Virgen María dijo que el Escapulario Verde no necesita ninguna favor especial, y no necesita inscripción como el Escapulario Café. Puede ser bendecido por cualquier Sacerdote. Si la persona que nosotros queremos que se beneficie de este escapulario no conviene en llevarlo consigo, este se puede colocar en cualquier this page sitio de su habitación.
La Virgen se presenta como un símbolo de esperanza y fuerza en un mundo que a menudo enfrenta desafíos.
Si usted pregunta a algunos de sus amigos católicos sobre lo que es un escapulario, y seguramente conseguirá una gran variedad de respuestas, algunas como esta: "Es uno de los grandes sacramentales que viene con unas promesas de la Virgen", "Es poco que se usa para mostrar la devoción a María", "Es un objeto que viene ligado a una cadenita que se tomatillo en torno a del cuello", "Con eso la Virgen me protege de las influencias malignas".
1. El Escapulario es impuesto, sólo la primera vez, por un sacerdote. Puede ser sustituido por una medalla que tenga por una parte la imagen del Venerable Corazón y por otra la de la Virgen.
En la tentación, tomamos el escapulario en nuestras manos e invocamos la presencia de la Madre. Kilian Lynch, antiguo Militar de la Orden dice: "No lleguemos a la conclusión de que el escapulario está dotado de alguna clase de poder sobrenatural que nos exceptuará a pesar a pesar de lo que hagamos o de cuanto pequemos...Una voluntad pecadora y perversa puede derrotar la omnipotencia suplicante de la Madre de la Misericordia."
La metáfora de “Fortuna del Mar” proviene de la idea de que, al igual que una destino en el gloria sirve como un punto de relato para los navegantes en medio de la oscuridad, la Virgen María, bajo la advocación del Carmelo, ilumina el camino de aquellos que se enfrentan a los peligros del mar.