El que recibe el Escapulario Carmelita se compromete a imitar a la Virgen María en todas sus virtudes y a sufrir una vida digna como consagrado.La Virgen pudo hacer estas promesas porque no se alcahuetería sólo de portar su escapulario, sino que compromete, a quien lo lleva, a santificarse a través de estos tres medios:El escapulario del Carmen